Arcane

 Arcane, la serie de animación 3D ambientada en el universo Runaterra de League of Legends, estrenó en Netflix su Acto 1 (los primeros tres episodios) el pasado 7 de noviembre. Desde entonces los seguidores del MOBA de Riot Games, la crítica cinematográfica y los espectadores de todo tipo se han deshecho en elogios hacia ella, y ha batido todos los récords de la plataforma de streaming.

La producción de Riot Games junto al estudio parisino Fortiche Productions (responsables de Rocket & Groot de Marvel Studios) está compuesta de tres actos, cada uno con tres capítulos.

Una animación espectacular para dar vida a una trama interesante

Si algo llama la atención de la serie en un primer momento (y realmente, a lo largo de todos los capítulos) es la calidad y originalidad de su animación. Con un estilo único, Fortiche pone en pantalla escenas repletas de vida, combates absolutamente espectaculares, persecuciones con un dinamismo impresionante y personajes con una expresividad facial asombrosa.

Por supuesto, lo artístico y lo técnico sustenta una historia interesante, de esas que nos dejan pegados al sofá hasta que se acaban los capítulos disponibles, para la que no hace falta haber jugado League of Legends o conocer su universo para disfrutarlo (aunque obviamente los fans encontrarán múltiples guiños). Esto se debe, básicamente, a que se trata de una historia de orígenes: a lo largo de su trama conocemos cómo algunos de los campeones más queridos del MOBA se han convertido en esos personajes.

Historia

La trama narra el conflicto entre dos ciudades con sus propios problemas, Piltover y Zaun, la primera una urbe steampunk en pleno esplendor y la segunda una suerte de suburbios de la anterior ciudad donde sus habitantes sobreviven gracias al espíritu comunitario que hay entre ellos. Cuando ambas hacen descubrimientos que agitan a sus respectivas sociedades, la tensión se incrementa hasta romper la quebradiza paz que durante años ha evitado una masacre.

Ese contexto argumental rodea y hace avanzar las tramas de los personajes. El desarrollo, los dramas, los conflictos internos y las relaciones de Jinx, Vi, Jayce, Caitlyn, Viktor y otros campeones que tienen un rol protagonista, que están muy bien dibujados y que son capaces de hacernos empatizar con ellos.